La cara del viejo lo dice todo
Al parecer
un cúmulo de agitaciones
aparecen
fotos de un collage
línea de tiempo fragmentada
la sombra respira aires desvanecidos
como la foto de mi abuela
se atraganta de nebulosas
huellas refractarias
sangre seca de nuestros días
la nariz del viejo habla
me cuenta todas sus desventuras:
puños cobijados en su punta
el piso contra su tabique
el contacto generoso del sol y del frío
con su piel ahora porosa
eclosiones de una vida dura
cruz y trabajo
vino y rudeza
familia y alegría
¿Cuántas cañas de vino olió con sus orificios nasales?
¿Cuántas papas
cuánto tomate
cuántos caballos
cuántos perros
cuánto fruto
cuánto amor
de hijo
de madre y de esposa
cuánta tierra del mundo su mundo
conoció a través de esos ahora
inútiles huecos en medio de un rostro deformado?
la cara del viejo lo dice todo
porfiado hasta las rechuchas
este viejo porfiado e’ cara
que camina con los ojos bien cerrados
como para chocar y caer suicida
en un acto de rebeldía en contra de la muerte
eso parece ya no importarle
no tiene mucho que perder más que la vida
por lo demás
él sabe:
la vida es un regalo
se vive como se bebe una caña:
hasta el concho
y sin remordimientos
la verdad
no creo
que recuerde mi rostro
ni el de mi madre
tampoco el de mi abuela
menos aún el suyo propio
mejor dicho
no creo que recuerde
mas bien
creo
vive en ese mundo
donde la gravedad no existe
donde existe todo
sin detalles
sin límites ni secuencias
vive
donde no existe el olfato
ni la visión
ni los sentidos
más allá del precipicio
un segundo
como (suspendido)
antes de la c
a
í
d
a.
un cúmulo de agitaciones
aparecen
fotos de un collage
línea de tiempo fragmentada
la sombra respira aires desvanecidos
como la foto de mi abuela
se atraganta de nebulosas
huellas refractarias
sangre seca de nuestros días
la nariz del viejo habla
me cuenta todas sus desventuras:
puños cobijados en su punta
el piso contra su tabique
el contacto generoso del sol y del frío
con su piel ahora porosa
eclosiones de una vida dura
cruz y trabajo
vino y rudeza
familia y alegría
¿Cuántas cañas de vino olió con sus orificios nasales?
¿Cuántas papas
cuánto tomate
cuántos caballos
cuántos perros
cuánto fruto
cuánto amor
de hijo
de madre y de esposa
cuánta tierra del mundo su mundo
conoció a través de esos ahora
inútiles huecos en medio de un rostro deformado?
la cara del viejo lo dice todo
porfiado hasta las rechuchas
este viejo porfiado e’ cara
que camina con los ojos bien cerrados
como para chocar y caer suicida
en un acto de rebeldía en contra de la muerte
eso parece ya no importarle
no tiene mucho que perder más que la vida
por lo demás
él sabe:
la vida es un regalo
se vive como se bebe una caña:
hasta el concho
y sin remordimientos
la verdad
no creo
que recuerde mi rostro
ni el de mi madre
tampoco el de mi abuela
menos aún el suyo propio
mejor dicho
no creo que recuerde
mas bien
creo
vive en ese mundo
donde la gravedad no existe
donde existe todo
sin detalles
sin límites ni secuencias
vive
donde no existe el olfato
ni la visión
ni los sentidos
más allá del precipicio
un segundo
como (suspendido)
antes de la c
a
í
d
a.