Tuesday, November 04, 2008

En torno al tiempo en el sueño

La Aventura (Braulio Arenas)

Si entonces hubiera tenido tiempo para reflexionar, podría decir que todo cuanto me sucedía no alcanzaba, por cierto, una dimensión extraordinaria (pues todo cuanto soñaba me parecía de la más directa naturalidad).
Si hubiera tenido tiempo, escribo. Pero, yo no tenía tiempo, ¿quién tiene tiempo en el sueño?
O, más bien, como pregunta: ¿en el sueño estamos regidos por el mismo tiempo que nos cronometra en la vida diaria? Parece ser que hay un tiempo distinto: uno para el sueño y otro para la vigilia.
Repitamos: yo no tenía tiempo, y en cuanto a reflexionar, estaba entregado en cuerpo y alma a la aventura como para pensar que en ella cupiera la menos reflexión o el menor pensamiento, ni siquiera el pensamiento de saber de qué aventura se trataba.


Ese lugar (Jorge Balbontín)

Pasaron cosas en ese espacio
las imágenes movían sus ojos
y los míos me observaban sonriendo
no haciendo otra cosa que mirar

Se repetía un gesto
una señal
y fue entonces cuando pensé
no estoy soñando
la veo y me alegro de verte
espero pasar la noche contigo
íntimos amigos de la carne
sintiendo tus huesos
tus pulmones pequeños como tus pies

Cuando te beso el muslo suspiro
cierro los ojos
te huelo profundo
se me aparecen hasta los vasos sanguíneos
las arterias
el sonido de tu sangre corriendo por tus venas
al ritmo de la vida
como un reloj que avanza y retrocede
navegando en ese tiempo que no se detuvo el año cero
ni se detiene con un semáforo en rojo

Porque el tiempo no se detiene en ese espacio
donde son tus propios ojos los que te vigilan
el tiempo no se detiene más que a mirar
como el tiempo pasa por ese lugar
donde estando despierto te despiertas
y estando dormido te duermes.