El voyeurismo como parte del ser humano. Voyeur del que mira, pero no simplemente mirar. Él viaja, palpa, recorre con sus pupilas como las papilas gustativas perciben tonalidades, intensidades, texturas. Ellas evalúan y ese paciente nunca fue paciente, siempre impaciente por la espera.
Ella se fue, se olvidó, pero cómo olvidar un coagulo de lágrimas caer en ese colchón de pétalos azules como ciertos lagos de la memoria, la que me sigue y me acompaña cuando en esos días de somnolencia ensoñadora veo tus ojos de pétalo de lago de lágrimas de memoria de mirada de voyeurismo cinéfilo encadenado a tu desgano y a tus sueños instantáneos de cinco segundos.
