Olor a nada
No hace falta ser erudito
ni ser tanatólogo
ni haber leído a Sartre
para darse cuenta de esta muerte
el cigarro se acaba cuando dejas de fumarlo
esto es
no necesariamente hasta el filtro
otros labios pueden posarse sobre él
otros dedos aprisionar su cuello
otra existencia jugarse su aire
pero eso no es resucitar
eso es otra cosa
una cosa lejana a mis pulmones
esto acabó para mi lengua
por eso hablo de muerte
por eso vivo pensando en ella
en los maullidos pasados
en su olor
el nuestro entre balbuceos
cuando fuimos uno solo
la breve presencia del sueño
el olvido
un ahora
aparición absoluta
fuimos corrientes marinas
tormenta en colores
roce de placas
fuego alado
catarata infinita
caída en picada
hacia un infierno paraíso
mojados nos quemábamos
en éxtasis luminoso
vivimos y recorrimos todos los valles
todas las grietas de este lugar añejo
pintamos el pasto de verde amarillo
el cielo de un azul plata encandilado
recorrimos todos los aires
tu piel con la mía fuimos tierra
de nuestra superficie crecieron tantos bosques
tantas flores
tanta vida anidaron nuestras cortezas
porque fuimos río corrieron por nuestras venas tantos peces
tantos osos chapotearon en nuestra sangre
fuimos uno
dejando nuestras diferencias vivimos
en un instante
vislumbramos un mundo
en donde no existe la muerte
y ahora
al despertar de esa guerra sin enemigos
volvemos a nuestros cuerpos
al callado rincón del individuo
y al mirar el horizonte
vemos hasta más allá de las montañas
vemos lo que fuimos
recordamos
cada uno en su rincón
las hazañas del uno
la gloria de haber sido
ahora cuando es tarde
identificamos ese estado
ahora cuando es tarde
prontos a la agonía
miramos el espejo sin el otro
percatándonos de la muerte
el cigarro apagado
la piel sin frutos
el bosque en cenizas
un desierto fecundo inunda nuestras visiones
no hay ni olor a humo
no hay cuervos ni jotes
ni moscas ni gusanos
solo quedan
calladas
las colillas.
ni ser tanatólogo
ni haber leído a Sartre
para darse cuenta de esta muerte
el cigarro se acaba cuando dejas de fumarlo
esto es
no necesariamente hasta el filtro
otros labios pueden posarse sobre él
otros dedos aprisionar su cuello
otra existencia jugarse su aire
pero eso no es resucitar
eso es otra cosa
una cosa lejana a mis pulmones
esto acabó para mi lengua
por eso hablo de muerte
por eso vivo pensando en ella
en los maullidos pasados
en su olor
el nuestro entre balbuceos
cuando fuimos uno solo
la breve presencia del sueño
el olvido
un ahora
aparición absoluta
fuimos corrientes marinas
tormenta en colores
roce de placas
fuego alado
catarata infinita
caída en picada
hacia un infierno paraíso
mojados nos quemábamos
en éxtasis luminoso
vivimos y recorrimos todos los valles
todas las grietas de este lugar añejo
pintamos el pasto de verde amarillo
el cielo de un azul plata encandilado
recorrimos todos los aires
tu piel con la mía fuimos tierra
de nuestra superficie crecieron tantos bosques
tantas flores
tanta vida anidaron nuestras cortezas
porque fuimos río corrieron por nuestras venas tantos peces
tantos osos chapotearon en nuestra sangre
fuimos uno
dejando nuestras diferencias vivimos
en un instante
vislumbramos un mundo
en donde no existe la muerte
y ahora
al despertar de esa guerra sin enemigos
volvemos a nuestros cuerpos
al callado rincón del individuo
y al mirar el horizonte
vemos hasta más allá de las montañas
vemos lo que fuimos
recordamos
cada uno en su rincón
las hazañas del uno
la gloria de haber sido
ahora cuando es tarde
identificamos ese estado
ahora cuando es tarde
prontos a la agonía
miramos el espejo sin el otro
percatándonos de la muerte
el cigarro apagado
la piel sin frutos
el bosque en cenizas
un desierto fecundo inunda nuestras visiones
no hay ni olor a humo
no hay cuervos ni jotes
ni moscas ni gusanos
solo quedan
calladas
las colillas.
3 Comments:
solo sentir y decir que hermoso poema .
SL2
L
Seguiremos compartiendo nuestro rincón, los cigarrillos y colores, entre otras cosas. Seguiremos siendo vida y a veces, sin duda, muerte.
Nos vemos pronto.
oh
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