Sunday, June 14, 2009

Indefectiblemente roto

No hay parche curita, no hay puntos quirúrgicos, ni pegamento adecuado, ninguna aguja es suficiente ningún hilo logrará unir estas carnes, esta herida de lenta hemorragia que no coagula, la sangre gotea en la tierra, se hace una poza rítmica en orden caótico las gotas se unen al conjunto hacen un todo mientras la apertura sanguinolenta comienza a secarse mostrando ahora el pus blanco veneno malicioso se va criando en el dolor habitan seres destinados a terminar con esto haciendo el trabajo sucio/ su vida no es más que una reproducción constante/ se alimentan de lo vivo matando todo tejido a su paso/ es sólo su pega/ todo lo que pueden hacer/ su vida es/ lo necesario.
Ya corre por las venas semi vacías del hombre las sustancias dormitivas creadas para mitigar el dolor o más bien las expresiones del mismo. Es el espectador el más aterrado con los gritos, el más afectado e incómodo con la escena, es él el creador de la morfina, los opiáceos, el tramadol, los corticoides, los anticonvulsionantes no son más que negaciones de las más exaltadas emociones que un ser humano pueda experimentar.
Matar el dolor es matar al que sufre. Es el masoquista el mejor entendedor de las emociones humanas, el más insigne doctor en sufrimiento. El temor es la antesala de lo bello de sentir esa línea divisoria entre la vida y la muerte, esa zona limítrofe que tal como sucede con el momento inmediatamente anterior a un orgasmo, es el punto más alto de nuestra existencia, el punto anterior a la muerte.

1 Comments:

Blogger Leo said...

el ser humano, desde sus inicios, nacio para morir, la incorporacion de este concepto varia en muchas culturas sin embargo en la nuestra es una tortura que nos carcome dia a dia; pensar, sentir, vivir, exisitir, soñar, amar, sufrir, herir, morir ... es un constante pendulo en el cual nos queremos aferrar siempre en la luz , sin embargo para la luz tenemos que atravesar y vivir en lo oscuro; cuando duele, duele y hay que vivirlo como tal, para todo lo demas esta dios, el mal, el bien, el dinero, la codicia, el amor, pero yo, yo me quedo con la poesia no como el silencio que se transforma en palabra sino como la sensación diaria de incorporarse a la muerte como dice Teillier, es ahi donde nos encontramos con un yo, un nosotros y un otro.


Saludos

L

21 June, 2009 15:13  

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