Una amapola le dice a un colibrí:

-Avísame cuando dejes de quererme para marchitarme y volver a la tierra.

Segundo, tercero, cuarto

Soy un algo prescindible

Ni un grano de arena

Ni una partícula de agua.

No pertenezco a un todo.

Soy la cola que se mueve por inercia

de una lagartija indolente

Soy un papel higiénico usado

Una colilla de cigarro

Soy lo olvidado

Lo perdido

Lo no buscado/sin registro/aislado

Soy lo marchito

Lo que volverá a ser

Para no-ser recordado.

La radio avisa

Hay diez grados Celsius
No tengo estufa
No tengo frío

Son las cinco con cincuenta de una dichosa tarde otoñal
Un perro vago duerme mientras los niños juegan
Hay envases que dicen ser alcohol desnaturalizado
Hay melodías que escuchan oídos recién lavados
Hay instrumentos de polvo en relucientes estuches de alerce

Huelo frutas secas y cáscaras de plátanos ya digeridos

Los niños que vi, no volverán
Con sus chillidos agudos
Con sus múltiples gestualidades
Con sus risas largas/ llantos cortos
Y yo volveré contigo
Para ser ingerido
Iré:
Con frutas y vitaminas
Con pastillas de placebo
Con un botiquín palpitante
Con manos tibias y ojos perdidos
Encontraré mi lugar entre tus pechos
Encontrarás alivio en mi aroma hospitalario
Y por fin podremos
Nos podremos ir con Morfeo

Cuando nuestros estómagos estén llenos
De nueces y sueños por soñar

Cuando nuestros pulmones estén vaciados
De gris polución
De suspiros fatigados
De pasados tormentosos
De eructos crepitantes
Desechos rescatados, desechos memorables.

A si que tiene que hacer mañana

Levantarse temprano
Bañarse o no
Tomar desayuno-el tesito-
Hacer las compras (boleto de metro o lo que sea)
Dar esa prueba o no darla
“escuchar” rollos desechables
Hacerle ojitos a la nena o nene
Fumarse ese cañito
Y vamos fregando por fregar
Por vivir, para vivir
Hay que
Cornear a la señora o al señor
Polola-lolo
Comer-caminar-cagar
Tienes que llorar
Tienes que vivir
Tienes que joder
Tienes que reír
Tienes que pudrirte
¡¡Acuéstate ya!!
Tienes que dormir
Se cierran los ojos
-Ahora se abren-
Te esperan las pantuflas
Espérate una leche con café
Esperando está tu té.

Valor de cambio.

Ahora díganmelo claramente
Ahora háganmelo saber
Que con la duda estoy demente
Y en la ira me van a ver.

¿Cuál es el sentido de la vida?
Que pregunta más vieja y manoseada.

Historia modificada de “El señor de la guerra”:

-Un niño de doce años entra en una sinagoga; un rabino se le acerca y le pregunta si quiere saber cual es el sentido de la vida. Nuestro niño no alcanza a acceder cuando el sujeto comienza su sermón.
El infante no entiende nada, ya que el tipo lo dice en hebreo.
Habiendo finalizado su discurso con aires de sabiduría, le ofrece clases de hebreo a seis mil pesos la hora.

Lúgubre displicencia.

Puño negro y callado
Peñasco estoico; roca atrapada.

Las olas golpean mi cabeza
Las arenas endurecidas me abrazan
Sonrío sarcástico ante murallas envolventes
Ellas me conducen hasta el silencio.

Soy la oscuridad de un espacio
El espacio de lo invisible
El lugar de lo evanescente.

Negrura húmeda, espesa, nauseabunda
Que soy sino parte del mar y la marea
Que soy si sólo me atraviesan marejadas
Si mis manos sólo anhelan ser aletas
Si duele el no bien respirar
El no sentir más que náusea
El no-ser mas que un puño negro y callado.

Prefiero las monedas, el sencillo...

A veces lo que se llama bello
Viene y proviene de un armazón
El armazón es de un plebeyo
Hombre que canta una canción.

No sólo la música docta es bella
Aunque así lo piensen algunos pedantes
La melodía se parió con la gran estrella
Sin documentos ni leyes tajantes.

¡Está escrito! Chillan sujetos serios
¡Yo sé lo que es poesía! parlotean
Matan expresión sin tener cementerios
Destruyen creatividades que gatean.

Falta ritmo en los burgueses
Como bailarines mueren de hambre
Si parecen milicos ingleses
Que en el trasero les da un calambre.

Mejor voy a besar a una bella
Sin decir su nombre en voz alta
Sin duda será una plebeya
Mujer que sabor no le falta.

Ciclos.

Risa colérica con una pizca de pueril juglaridad en sus centelleantes ojillos
Un calzado escrupulosamente suntuoso
Olía a cadáveres mamíferos
Las vértebras eran a la vista prescindibles

El mastozoólogo me advirtió lo del copular
La colorada no se quita fácil con detergente.

Los físicos nucleares saben usar la basura energética
¿Basura? Desperdicio aprovechable
Algunas cuestiones son reconciliables
Como lo negro con lo blanco en el gris
Como el oxígeno con el dióxido de carbono en el verde jardín
Como la familia en el funeral de la abuela.

La abuela es un residuo reciclable
Ella es a los vivos lo que nuestros cadáveres a la tierra.

Sigan bebiendo y rían hasta la saciedad del nirvana
Más allá de las raíces de la gula
Más allá del dolor con gozo
Más allá de las napas subterráneas donde habita el incesto
Allá dónde lo moral no es más que algo extraño
Al lugar sin aduanas ni límites
A la pangea terrestre del carnal abono
Donde lo nítido es el deja vu de la circular reminiscencia
Llegaremos para no-ser siendo
Al final del eterno comienzo.

Desentrañamiento.

Pulsión de muerte en la melodí­a de tu infrasonido
Lo siento tan frío, tan dolorosamente quemante
Esto acabará o acabaré en las profundidades
Las evidencias siguen latentes en su ritmo cardíaco
Se presentan alineadas de mayor a menor
Están bien enfiladas y pretenden exhibirse.

Se muestra pulcro, bien delineado e inalterable
Es tan cotidiano tu reflejo en el lago de mis recuerdos
Que parece real; parece presente.

Tu rostro preocupa y mis entrañas se retuercen en incertidumbres
Fuertes nudos ciegos dispuestos a encarcelarme
Actitudes y silencios que preceden al especulado colapso
Me entorpecen y me enferman prensando mi cabeza
Porque me obsesiona el saber, saber su significado.

Entiendo la mano que coge un fruto
Entiendo la salivación del deseo
Entiendo lo que provoca la imagen de algo antes saboreado
Entiendo la mezcla deliciosamente excitante de lo dulce con lo amargo
De lo tibiamente tierno con lo deliberadamente sexual incendiario
De las suaves caricias que dictan un te odio, hasta los golpes que susurran un te quiero.

Lo que no entiendo es tu enigma empapelado
Una mirada en blanco de inercia alienada
Tu callado gesto ante el mi­o sigiloso
Es un moribundo que se resigna a ser abono
Que no espera más que un último estremecimiento
El amanecer o una tormenta
Un adiós de los mudos tristes
Una masturbación sadomasoquista
Con un quizás nos volvamos a oler
Un quizás volvamos a comer manzana
Un quizás de peculiar aroma sólo percibido por un agudo olfato
Ese olfato que nos recuerda lo agridulce de nuestros recuerdos; el sabor de nuestra historia....

El contenido está en la caña....

Beber

Bebe el sediento sin faltarle el aliento
Bebe el pajarillo donde reposan mariposas, moscas y conejillos
Bebe el buey, el sapo y el lagarto
Todos beben del mismo sitio
Todas beben después del parto
Beben y beben de sus antepasados
Beben y beben de espíritus embalsamados
Beben y mean y siguen meando
Luego de la tomatera seguirán tomando.

Yo creo ser un espíritu que canta y recita
Alegremente mojado
Mientras a gusto el mundo bebe sin enfado.

Comparto cerveza con mis coterráneos compañeros
Y nunca estoy, de mal agüero, bebiendo primero.

Mea la abuela, por lo tanto bebe
Mean los perros que con su lengua
Beben.

Mean los más ricos y los más pobres mean
Parados o sentados
Ellos beben en los prados.

Adoro beber y me gusta mear
Salud a la gaya tierra que me voy a regar.